Desde la esquina, el equipo de apoyo puede tirar la toalla si lo cree prudente para el cuidado del púgil; ésto significa que el entrenador puede detener la pelea por completo en el momento que arroja su toalla, (la cual por lo general es blanca) o esponja, para señalar al arbitraje de esta decisión. Por lo que la frase "tirar la toalla" es equivalente a darse por vencido.
La decisión de arrojar la toalla hacia el centro de la lona, y por consiguiente detener de inmediato la pelea aceptando la derrota, recae en la prudencia del equipo de apoyo del boxeador, y es una decisión que se respeta y se mantiene como resultado final a pesar de que el boxeador participante no esté de acuerdo con ello.
El detener la pelea puede evitar daño irreparable al boxeador.
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